Cuando las olas cerraron las compuertas
del mar y una rosa en botella pirata
flotaba a tu merced y yo tirado en una pared
recordando tus labios cuando íbamos en el corcel.
Los ojos de la pintura abstracta del
hombre del salón, eterno vagabundo
maldito titulo donde me arrodillaba a su majestad
y su espada bendita me bendigo y fui su más leal príncipe.
Lápiz en mesa redonda la hoja donde se plasmaban mis
ataúdes y mis más preciados dientes
solo desde que conocí a acuario en carne y huesos
y yo siendo un león de viento y polvo.
En una hoguera donde familias enteras pasaron
estas épocas de frío yo solo me siento
alado del rayo de luz el cual quema hasta mi ultima pestaña
pero salgo a mirar las flores y suspire por ti desde un colibrí.
Discos de vinilo guardaban mi voz y tu cuerpo guarda mis besos;
esos sobres sin nada que leer pero tu sabes que la hora es imprecisa;
\"Tic Tac\" así suena el reloj y así rebota mi corazón cuando veo tu rostro.
Una pila con baja batería puede ser recargada por otro cargador;
y si yo era un cóndor tu eras mi país con dolor pero yo miraba tu sudor cuando acariciaba tu cuerpo;
vuelas alto y sin alcatraces pero entre más te acercas quitas mis horribles pesares.
Dos romeros morfando y una copa tan frágil como dos tronos de cristal;
más claro no podía cantarte pero con mi número pude amarte;
me tocaste como yo toque el fuego del arpa y tu me dabas besos como estampas permanentes.
Dos pupilas fingiendo llorar cuando realmente la lluvia sustituía las lágrimas;
tus manos pasando densamente por mi cabello y entre ello cerbero nos miraba desde el infiero;
fui como un cáncer para tu corazón pero lograste curarte y ahora tendrás que casarte con alguien más.
Preciosa era la brisa cuando íbamos de un lado u otro y tu cada calle una caricia me brindabas;
préstame tus labios los pintare de rojo y los morderé pero no comeré;
tu mi manzana de edén prohibida como esta sed de beber de tu pétalo de carne.