Manuel Valles

No cederé

No cederé ni un pedazo de mi pago,

no a tus manos, criminales con mi vida,

porque esta patria mía que tanto amo

amanece como lámpara encendida

en las manos del obrero en su trabajo.

 

Y puesto que amanece también mi patria

en el campo abandonado y las montañas,

en el vuelo certero de los pájaros,

no cederán en mi pluma las palabras

su dignidad, por una oscura medalla.

 

Antes morirme en soledad y con hambre,

dejar mis arterias sin su sangre y rotas,

que ver tristemente hundidas mis rodillas

en el burdo fango de las ceremonias.