El corazón
funciona, enloquecido,
y con arritmia.
Le faltas tú,
mi sangre enamorada
y sobra el hielo.
Tiemblan los labios,
los ojos hoy vacilan,
porque no estás.
Pero te busco
por calles y caminos
y no te veo.
¿Dónde te escondes?,
preciosa mariposa,
te necesito.
Me falta el néctar,
el beso y la caricia
que tú me acercas.
Falta tu boca,
el pliegue de tus labios
y mi sonrisa.
Preciso verte,
tenerte entre mis brazos,
sentir tus sueños.
...Pero la venda
que tengo ante los ojos
me ofrece sombras.
No sé si estás,
si vives todavía,
y si me esperas.
Cierro los ojos,
me digo que te quiero
y rezo al cielo.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/11/22