Rima LVI. Gustavo Adolfo Bécquer.
Hoy como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
un rayo de sol*, un horizonte eterno,
¡y trabajar... trabajar*!
(* Un cielo gris,/ ¡y andar … andar! - Las hormigas no conocen Bécquer).
Hoy como ayer, mañana como hoy.
Hoy… un rayo de sol
busca refrigeración
en
tierra castúa,
interrumpiendo el sueño
de
endrinas hormigas.
Fórmico cendal
de
sudorosa noche
retrasa la salida de la comunidad
por laberinticos pasillos.
¡ Buenos días!, - ¡Buenos días!.
Espadachinas antenas,
(ruido de barco pirata),
se cruzan
en
saludos matutinos.
Chirrían cerrojos
en
exhaustos invernales almacenes.
Anunciadora diana
de
cotidianos quehaceres.
¡Aline......AR!
En
perfecta confusión,
(dos a una)
salen a saludar la mañana
para,
sin pérdida de tiempo,
dedicarse a su programada tarea.
¡ Buenos días!, - ¿De fiesta!?
Legañosas trasnochadoras,
tambaleantes aún,
reciben órdenes
de
empezar la faena.
La búsqueda y encuentro
de
alimentos,
privilegio de entrenados olfatos,
dará su fruto.
¡Manos a la obra!
....................
El implacable sol aviva los Celsius:
rotundo aviso
de
continuar trabajando
a la sombra
de
su climatizada kasba.
¡Hoy… no quedará tiempo para reírse de la cigarra!