Una escalera
para subir al cielo
preciso ahora.
Sé que es un sueño,
quizás una utopía,
pero no importa.
Y es que quisiera
subir hasta las nubes
para dormir.
En otra etapa
iría hasta la luna
para charlar.
Nubes y luna,
¡qué imagen tan bonita
para soñar!
Porque los hombres
precisan fantasías
como los niños.
Mundo de magia
con múltiples colores
y con sonrisas.
Tierra sin odios,
que prime la esperanza
y la ternura.
Un mundo nuevo,
sin nubes y sin brumas
ante los ojos.
Y esa escalera
conduce hasta los cielos,
¡estoy seguro!
Rafael Sánchez Ortega ©
26/11/22