Hay un recuerdo dentro de mí que huele a lluvia.
Las voces rotas guardan silenció.
Los recuerdos solo traen dolor a mi habitación.
La noche es trágica, y el luto de cada sueño es un recuerdo vergonzoso que no quiero mencionar jamás.
Me duele disuadir de que aquí no pasó nada. Si hasta tu ausencia afecta mi conciencia, mis días son diferentes.
Mis pensamientos están confusos y hace tanto tiempo que no miro al cielo que solo puedo ver los restos de mi trabajo inacabado y la nostalgia me golpea.
Por favor, dígame cómo puedo pretender que esto ya me es ajeno y de un tiempo tan lejano a esta realidad que ahora estoy enfrentando.
Hace mucho que no soy el mismo, no por el hecho metafórico de perderte, sino por lo que he perdido.
Es triste ver este sentimiento convertido en mera fantasía, los sueños en algo inalcanzable y esas ideas en obras inacabadas.
Me duele aún más saber que cada momento contigo vive dentro de mí como una tormenta, pero como cada día nublado, algún día con otros ojos miraré al cielo y me olvidaré de ti.