Doblezero

Oh mi dulce costurera, Oh artesana del cariño.

 

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Oh artesana del cariño
compañera de mi vida,
es mi alma la latente
esclava de tu orfebrería,
es mi corazón un fuerte
topacio en tu compañía,
trae tu beso la esmeralda
ha brillar en mi mejilla
y al mirarte viene el oro
como un baño de alegría.
Te desnudas y en mis ojos
ornamentas amatistas,
en tu piel hallo la plata
del susurro de la brisa,
tus ojos son los zafiros
de la atmósfera marina
y en tu voz rompen las olas
de una costa coralina.
Por eso quiero decirte,
oh artesana de mi vida,
que si tu estas a mi lado
soy un éxtasis del prisma.

En las orillas de mi alma,
oh mi dulce costurera,
vienes a zurcir dos alas
para surcar las arenas
de la playa de la vida,
son de acero, son de seda,
para la noche de invierno
y para las primaveras,
porque a veces soy desierto
otras soy una verbena.
En tu escote brilla el alba
de los antiguos Olmecas,
nace el astro por tus dedos
cuando te ciñes las medias
y mi corazón es trueno
al soltarte la melena.
Dos compuertas en el cielo
abres, dulce costurera,
cuando bordas en mi pecho
la calma de una albufera.

Fue una noche y era mayo
cuando yo te conocí,
ya dejaste en mi memoria
días antes en abril,
una primavera fresca
con tus ojos de rubí,
cuando vinieron volando
desde lejos hacia mi,
como vuelan en el campo
los pequeños colibrís.
Yo estaba con mis amigos
en un banco del jardín
y entre la coralidad
de las plantas de alhelí,
fue una aurora sonrosada
tu mirada para mi,
fue una danza arrebolada
de pasión y de anís,
que acechaba con aroma
de una tarde de jazmín,
viniendo por la vereda
con rubor de una aprendiz,
arrastrada por la fuerza
de tu pasión juvenil.
Fue una noche y era mayo
y en tu beso hallé un candil
desgranando la pasión
que deseaba sentir
y al acariciar tus labios
de calor estremecí
pues me habia enamorado
una tarde de abril.

Entre todos estos versos
que forjan la poesía,
hay metáforas latiendo
entre joyas y mantillas,
hablan de piedras preciosas
de broches y lazuritas,
siendo solo lo que son
unas palabras floridas,
pero arrastran el amor
que has traído a mi vida.
Por eso quiero decirte
¡oh mi hermosa princesita!
que te quiero, que te amo,
que tu eres mi fantasía,
¡oh artesana del cariño!
por ti nazco cada día,
¡oh mi dulce costurera!
y sin ti me moriría.

 

 

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