Mauro Enrique Lopez Z.

Días de campo

Pasaba unos días felíz en el campo;

llovía tanto con truenos y relámpagos,

que la casita de caña es alta, y yo 

desde el balcón veía correr el agua

hacia el río; ellos me preguntaron 

si no tenía miedo le sonreír, y mi 

respuesta fué: aquí estamos en tierra 

firme, en el mar solo agua y cielo;

allá siento el miedo cuando llueve,

solo olas altas, parece que el barco  

se va a pique y por las noches no se 

duerme. Lo bonito es que después 

que pasa la tormenta viene la calma.

Que maravilloso es mi Dios, porque 

Nos bendice con buena pesca; regresar 

a casa felíz agradecido de él, por 

darnos el pan en la mesa, bendito 

sea DIOS por sus bendiciones.