No sé cuando voy a tener de nuevo,
ese fuego ardiente de tu cuerpo
y de tu corazón. Hay días que me da
esa tristeza que ni un mensajito
tengo de ti, y pienso que me tienes
en el olvido; yo muriendo de amor
por vos, hasta ya estoy perdiendo
las esperanzas, y que no tendré más tu
tierno amor en un amanecer,
que nos despierte un rayito de sol
juntitos los dos con amor.