Es como el eco de una gotera en la oscuridad, vibra un poco pero no lo suficientemente como para hacerme temblar, después se acercan sus ojos felinezcos hasta pegarse a mi cara y hacerme sentir su gran aliento de Pantera, el corazón se me para por un instante y entonces me doy cuenta que el miedo me ha petrificado, intento pararme pero mis piernas no responden, no pienso en nada más que el tiempo corriendo en mi reloj buscando la madrugada y con ella un poco de luz. Todo permanece en silencio excepto la gota que sigue callendo al fondo de la cueva. La luz se abalanza sobre mi y entonces descubro que me había dormido a la intemperie y que al parecer había tenido una trágica pesadilla donde permanecí atrapada por horas mientras me vigilaba una Pantera dentro de una cueva oscura.