En un país donde el calor es el protagonista, solo quedaba soñar con los días lluviosos, grises y fríos.
Era un sueño de mucha congoja y amor, había una envoltura de compañía y actividades que involucraban intimidad sexual, emocional, de hogar.
Resulta que el sueño llego más pronto de lo esperado, ni siquiera se sospechaba que era uno para despertar y vivirlo, pero así fue.
Llego el día lluvioso, gris y frio, pero algo había cambiado, resulta que aquí no había compañía, ni actividades, no había intimidad.
Era un día lluvioso, gris y frio, pero solo, si tenía su porción de congoja, lo envolvía un aire de añoranzas, ilusiones y deseos, la soledad estaba de protagonista, pero no era tan malo, solo esperaba que algún día al mirar por la ventana y otro día gris pasara, la historia fuera diferente.