El proceso de sanación es automático en la herida de la carne
¡Sin embargo tan letargo en las heridas del alma!
Ahora que mi corazón sangra, y abunda en mi cuerpo entero el desgano,
Ahora que los recuerdos me atacan
Y van y vienen adornando mis veladas...
He querido arrepentirme de éste sentir profundo,
Más, he llegado a la conclusión de que no cambiaría nada.
Si éste era el resultado inevitable, aún así mil veces lo viviera
Porque haber querido como le quise
Me hizo feliz... Me hizo humana.