Es ella, una especie extraña, una donde hasta la misma naturaleza es sorprendida, una, donde el hombre se cautiva y también se aloca por su belleza, pero también por su manera sin igual, de esas que no se ven a diario, de esas que, con el simple acto de su presencia, denota confianza y un gran poderío.
Es ella, de la que gusta y de la que enamora con su trato espléndido, de la que con su vos puede despertar montañas, de la que con sus lágrimas puede llenar lagos vacíos, de la que con su sonrisa puede expresar felicidad y también obsequiarla, pero también, de la que cuando se enfada, puede hacer temblar la tierra y acabarla.
Es ella amor y odio, santa y demonio, complemento de un alma alocada por la de ella, amorío empedernido por su amor. Es ella, de esas que el despertar se vuelve sereno y tranquilo, de esas que invitan al sentimiento amarla, amarla de una manera que se vuelve adicción.
Es ella, sin duda es ella, es ella mi octava, novena y hasta décima maravilla, es ella mi constelación, mi romance, pero también la punta de icebergs, mi segunda y tercera Guerra, y aún así, mi mundo es de ella y ella es mi mundo, realidad insuperable, es ella, la inolvidable.
Henry Ruiz
28 DE NOVIEMBRE 2022
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