En una orilla del Río
de las Penumbras que no despiertan,
se Marchita y Cae entre Cenizas
Mi Memoria...
Huye entre Piedras,
Lúgubre y Escondida...
Tan Vana e Incierta...
Apagada de Sombras...
Legada entre Huesos...
Frío Escozor en Llagas
que hace que mi Alma
Tiemble...
Sé que en este Estío,
mil Rostros de lo que fui
serán Esculpidos en el Mismo Paredón,
Rústico y mero Paredón
que Mudo y Sordo
Para mí
(Jamás y Siempre,
Despierta)...
(Patricia)