Quiero ser
el puerto en el que encallas
sedienta de una corona adornada;
el sabor de sueños
venciendo el desaliento:
la lástima olvidada
convertida en la estrofa protagonizada.
La obra que cambie el mundo
entre vientos en contra
y silencios resignados;
la pregunta que da vida
escribiendo versos enamorados.
¡Todo eso quiero ser!,
navegando entre naves, volando
hacia todos lados
con pensamientos firmes
en la cúpula del cielo,
pulsando el aquí de tu amor
con el trozo de un te amo.
Mantienes tu cuerpo
tendido al sol,
susurrándole al mundo
la poesía que un día absorbió
en el embeleso del alma
y canto de sirena
sin conflictos tempestuosos
ni campanas en cubierta.
¡Corazón, corazón!,
desnudo de pasión,
adorna las noches
consteladas de amor
y un te quiero
con alegres versos marineros
liberando la rima a tu favor...