Ella era la Luna,
llena de magia y misterio,
romántica y soñadora,
Inspiradora de versos...
Cada noche aparecía
Iluminando la noche
cautivando al poeta
que escribía para ella...
Era una Luna bella
muy hermosa se sentía
al mirarse en sus pupilas,
era todo poesía..
El poeta era su sol
la fuente de su energía
de todo su resplandor,
el poeta la quería...
Y era tan grande su amor
que decidió él quedarse
cada noche y cada día,
escribiendo con pasión...
La Luna se enamoró
de su sol, de su poeta
y descubrió que sin él
era sólo opacidad…
¡Era sólo roca muerta!