Las estrellas, ahí,
tan cerca,
son hermosas, especiales,
el cielo nocturno en mi alma,
la magia en cada gota del Universo,
el amor en la suavidad
de la primavera,
la vida de los ángeles,
cada ser es un lucero único,
luminoso, como el sol.
Las piedras solitarias,
un punto de energía,
tan frías y lejanas,
aparecen y se desvanecen
en silencio, insignificantes,
donde la fuerza es masa que se mueve,
el sol una gota enana de aire y fuego,
una hormiga en el mar,
tonta y solitaria piedra
que a nadie importa,
simplemente, estamos solos
en la oscuridad profunda
de la Nada que se esfuma.