Poema Real
¡Oh, vida mía, te recito este poema real,
te escribo en el presente y por lo más doloroso,
del tiempo y de los ocasos cuando son tan impetuoso,
cuando la tarde arde como tan insistentemente es leal,
oh, vida mía, no descarriles más el alma,
cuando me das el saber de tus besos,
y que en silencios me das tus lindos labios,
cuando besas a mi piel y más a mis ojos en calma,
no quiero perderte más si me das el ocaso,
o acaso me das el flavo color del atardecer,
si llega un anochecer con sed y sediento en fracaso,
queda mi alma sin usted y sin el beso de su amanecer,
y la luna queda en color nácar de algodón,
cuando queda un sólo rencor con perdón,
y no quiero perderte si me amas más,
y con un triste desierto queda mi desnudo jamás,
¿y te olvidará mi corazón?, no creo amante mía,
si desnudas mi tiempo y mi ocaso en el día,
y año tras año, se opacará mi desdén lleno de pasión,
cuando te vea alejar de mi corazón,
y este poema real lo escribo en tiempo presente,
cuando arde en mi plenitud la exactitud de un beso,
y si quedo preso acuérdate de la condena que peso…,
entre el alma y mi corazón desnudo en el camino penitente,
y con un sólo destino se cuece el alma en la pira,
cuando aspiras a mi desdén en lo que el alma inspira,
y no te acordarás de un tiempo sin mis pesares,
cuando arde el tiempo sin más amaneceres,
oh, no te vayas jamás que quedo con el alma a ciegas,
y debatir en el tiempo se cuece el alma dentro de las ciénegas,
cuando ocurre el paisaje y tan salvaje como el ocaso,
pero, tu amor y mi amar queda en débil fracaso…!
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
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