Mamá y la alegría
Siéntanse alegres.
Superen el dolor
y mantengan la dicha
que sembramos con vocación.
Desde la miel del cielo
les digo, que mi mayor regocijo,
es que me recuerden
con fe y dignidad, hijos.
Celebren en actitud positiva,
el acto sagrado de mi paz
y pendiente del destino de la familia.
Que el alborozo esté por encima de la aflicción,
y si, en algún momento, adviene la tristeza,
respondan evocando los momentos
de júbilo que juntos disfrutamos,
soñando lares nuevos
agarrados de la mano.