Después de los puñados de emociones
tejidos con la luz de tu sonrisa;
vinieron los terribles ventarrones
que alteran del amor su suave brisa.
Termina con amores y pasiones
la forma de querer tan indecisa;
y llena el corazón de nubarrones,
el miedo, que el ensueño nos requisa.
La sombra que forjaste con tu duda
iría mi cariño asesinando ;
haciendo que si anhelo se muriera.
Entonces mi esperanza, ya desnuda
de amor y de ilusión, quedó pensando
buscarle a su dolor nueva quimera.
Autor: Aníbal Rodríguez.