Freddy Kalvo

Romance a los reptiles

 

¡Oh mirad, cómo se arrastran

los reptiles con lisonja

con su boca y con su lengua!

¡Oh mirad, qué bien se enrollan

y se arrastran en sigilo

ocultándose en las sombras!

Unas veces muy callados

atacan si es una cobra

destilando su veneno

por colmillos que le asoman.

 

Son así, muchos reptiles,

que te ponen en zozobra.

Y si abundan, ten cuidado,

no se ponga uno a la cola.

Si te muerde una serpiente

y transfiere su ponzoña

morirás muy lentamente

con mordida dolorosa.

 

Si se ocultan en malezas,

o en las piedras y las hojas

se deslizan muy quedito

buscando la mejor hora

con astucias primitivas

porque a veces ni se notan

y al sentir que das un paso

¡Oh cuidado, si te tocan!

 

¡Ah la selva de Macondo!

de la que escribió el poeta

siempre tiene sus bellezas

con su fauna y con su flora

pero viven los reptiles

y las bestias opresoras.