Nunca mires la paja en ojo ajeno
cuando llevas gran viga en esa espalda,
mejor primero limpia y sana tu alma,
no seas envidioso, sé sincero;
no uses la palabra como acero,
en contra de tu hermano o de tu hermana,
practica la virtud sin alaracas
y no mudes tu rostro con lamentos,
evita a los hipócritas que llevan
cronistas subrayando sus bondades,
son cual vasos deslumbrantes que ciegan
con discursos que esconden tantos males:
tú pídele a tu Padre noble fuerza
y siembra sólo paz por donde pases...