Sentado en el puerto que estaba poblado,
de genios, legado, de versos harén.
De pronto, me dijo la aurora: —«¡sorpresa!»—,
ya viene Ángel Buesa y Heredia también.
—¡Heredia!— le dije. —¡Sí!, Heredia—, me dijo.
De Cuba nuestro hijo, su verso un fusil,
también, Ángel Buesa nos pinta primores,
amor de colores con joyas de abril.
Gertrudis y Buesa, Martí con Heredia,
son alma y comedia, la vida del son;
la rima y el verso, motivo y censura
son arte y cultura de aquella nación.
Samuel Dixon