No sueltes las olas de mis besos
bien sabes que siguen húmedos por ti,
no sueltes el caudal de mis caricias
bien sabes que son tuyas de por si;
si quieres soltar algo de improviso
suelta el velo que cubre tu figura
escúrrelo sutil entre mis dedos
y vaga despojada ante mis ojos.
No sueltes el vaho de mi boca
piénsalo pirosis de tu cuerpo,
no sueltes el sudor sin mi permiso
puede morir mi piel de sequedad;
si quieres soltar algo de improviso
suelta la vergüenza que te agobia
y vuélvete mujer sin miramientos,
y vuélvete mujer por tus deseos.
No sueltes la manzana del pecado
convídala conmigo en el Edén,
no sueltes el espectro que te rosa
es sombra de la esencia, de mi ser;
si quieres soltar algo no lo pienses
libera tus susurros de pasión
y emancipa tus eróticos secretos
rompiendo tu silencio y tus quejidos.
Jerry Méndez
México
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