Cuantas promesas de no llamarnos, dejar de escribirnos, no hablarnos más, dejar de buscarnos, tratar de separarnos, tratar de vivir sin nosotros y me pides tiempo como tantas veces, semanas, meses, pero yo te espero en cada vez que me lo pides, espero me vuelvas a mirar como en tantos ayeres, que me extrañes hasta que duela, que necesites en tus días esas risas que faltan y más importante el amor que las acompañan, espero a que me vuelvas a querer, que vuelvas a ser tu esa niña la que me enamora con su voz, sus risas, sus ojos tan increíbles, su hermosura, su cuerpo, el olor de su piel y el corazón tan grande que tiene, porque si te dije para siempre... para siempre te amaré.
Y es verdad, no hay nadie más que te ame mas, nadie más puede entender lo que hay en ti que me enloquece, nadie que pueda ver en tus ojos un futuro lleno de felicidad y alegrías, pero si te vas pensando que tu corazón podrá vivir sin este amor entonces quedate el mío y que palpite por los dos, el dolor de la falta mia te hará entender que nadie más te hará sentir lo que conmigo sientes, nadie más se dejará morir de frío para darte calor, nunca imaginamos que nuestras bocas aquel día, el primer beso nos enamoraría hasta hoy y hoy que tu boca está lejos de mis labios es un dolor profundo en el alma de extrañarlos, nadie más que desee despertar rodeado en tu cintura, ver en tus ojos un nuevo amanecer lleno de esperanza, con una sonrisa decirnos buenos días y no querer separar mis brazos de tu cuerpo y entonces que mis besos cada mañana se conviertan en tu despertador.