EN SILENCIO.
Y la amé en silencio,
con este amor callado,
como silente el incienso,
sube al cielo inmolado.
Más no sabe de este amor,
que desvela en su espera,
ni sabe el aroma de la flor,
que sin esperar siempre llega.
Cuanto es mi penar,
sentir que la amo
y como se hace pesar,
la lágrima que derramo.
Y tengo esa pena,
de amarla y callar,
pero que grato es penar,
amar sin juicio ni condena.
No sabrá que la amo,
aunque la ame tanto,
que pena por el llanto,
que se secó en mi mano.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)