Tus labios de coral encendido,
reflejo del alma que te adora,
quizá por ser dulce y soñadora,
los vientos movieron a las olas.
Tus labios de coral y de escarlata,
bajo el manto del mar embravecido,
en profunda calma y amando,
te meses como reina de los mares
entre espumas y sentimientos.
Al vaivén de la fuerza de mis olas,
la alegría se vuelve más dichosa,
al saber que esos besos serán míos,
como peces buscando amoríos.
Besos de agua, besos humedecidos,
besos que se tornan empapados
al calor de las corrientes que embelesan.
y besos que me envuelven
en una ola de amor embravecida.