En su figura encontré
de Afrodita su belleza,
de Gorgo su gran nobleza
de la cual me enamoré.
En su mirada observé
de María su grandeza
y la divina pureza
que nunca yo imaginé.
Encontrar nunca pensé
mujer con tanta majeza
en la cual yo me inspiré;
y con gran delicadeza
estos versos le obsequié
llenos de amor y tibieza.
Autor: Aníbal Rodríguez