Qué bella está la flor que ha florecido
en medio del jardín que habita mi alma
muy fresca como el agua en la cascada
que cae con el sol con mucho brillo.
Y es bella su corola y su racimo.
Sus hojas son color verde esmeralda,
moviéndolas el viento en la explanada…
¡Gozando sus ternuras y cariños!
La flor que hay en mis manos me deslumbra,
con todas sus virtudes y belleza.
Feliz está mi ser cuando se juntan,
sus pétalos que saben a frambuesas
– rojizas y sabrosas por maduras –
¡Con besos que hasta el alma me embelesan!