Un jugoso beso, sobre mis labios,
renovó mi ternura hilarante,
objeté en suaves caricias, pausadas,
bajo la elíptica azulada luz, de la luna
Siluetas en el bosque nos engullían
en tonos surrealistas al fondo astral,
sus manos ahogaron mis ojos, tibias,
ideas entumecidas junto a deseos
El seductor contexto me alucinaba,
volví a notar los fríos labios, que
cubrían mi boca, ojos, mi esencia,
lleno de un pánico letargo radiante
Penumbras penetraban el bosque,
se escondían cejando reflejos de luna,
mientras unos cálidos brazos, cercaron
mi nuca, erizando mi vigor capilar
Efluvios de amor penetraban sentidos
aceraban los músculos, atrás etéreos.
Inflamaban nuestras neuronas, la brisa
límpida, cristalina, tierna y crepitante
Moldeamos la evocación del amor
en épico poema de emoción, sutil,
urdiendo pasiones declaradas, intrigas,
fascinando el natural sosiego nocturno
¡Un ósculo jugoso!