Un filme como testigo de que eso ocurrió, una fotografía plasmando el instante preciso, un computador guardando cualquier tipo de archivo, una piedra grabada hace tiempos incontables, la conmutación de creencias y leyendas, el descubrir las ruinas de una antigua ciudad que había muerto de olvido y ahora renació en el misterio. Los vetustos fósiles de criaturas desconocidas, el cráter de un volcán extinto, la trascendencia del preservado intacto en el ámbar, la perduracion de antigua fauna en el permafrost e incontables rastros de pasado en la tierra, es entender que la naturaleza tiene un lenguaje concebido para hablar con nosotros esa historia tan rica. La humanidad y la naturaleza necesitan crear lugares para guardar su memoria, porque aún no hay forma tangible de volver a ese momento que ocurre, es simplemente que, sin memoria no hay registro, sin memoria no hay tiempo, ni espacio vivido, tampoco olvido, es la presencia de la ausencia donde no queda nada.