Haz Ámbar

Extravagancia

Hasta el aire, impuro,

se mece en mis narices,

amenaza invisible

que me ha tornar inestable

frente al vacío en que naufrago

los días así, 

que se cuelan en el tuétano 

para poderlos sentir

robarte parte de vida. 

Tú, pobre infeliz, 

que dedicas tu tiempo

a buscar una salida

a este proceso infernal, 

no tendrás vuelta atrás 

cuando su sonrisa se apague

y solo quede el mar

en torno inconmensurable

y esta realidad

se haya evaporado

al contacto de tan abstracta señal. 

¿Por dónde estamos

cuando andamos soñando

en otro mundo aparte?

Yo en mis profundos dominios sé

que es la muerte susurrando palabras

a mi oído temprano, 

palabras huecas de sentido 

que redoblan por el espacio

este plagado de atónitas mentes

recién despertadas, 

la lluvia eterna anegándolas, 

miel de momentos tan fugaces...