Huele a tierra mojada
mientras el tintineo de las gotas contra el suelo
arrulla a los viandantes sin hogares...
En los bosques
las raíces beben sin medida
el vino champañizado que cae desde las nubes
y los árboles
beodos y embriagados
comienzan a danzar al ritmo de la lluvia
al compás de un Valzer, un tango y una cumbia
de un joropo, un merengue y una salsa...
En las ciudades
el agua cristalina
elimina suavemente
los despojos de las urbes
y hasta el Guaire mejora tiernamente
su nefasta y maloliente presencia.
Llueve
y todo se renueva
mientras yo
me acurruco bajo las sábanas
dejando que la música celeste
acaricie los más tiernos e infantiles
de mis sueños.