Francisco 1987

Las guerras que destruyen a los átomos

Suavidad que se desliza

por las tierras de Calcuta

diviso ligero a esos niños

olvidados por los hombres

 

Un presentimiento hostil

ingresa en mi corazón

es la maldad de los soldados 

y sus tanques

 

Las guerras destruyen los átomos

de las cenizas de las colillas de cigarros

y las virutas...

destruyen corazones egoístas

 

Me gusta confiar en las personas

-no me queda de otra-

pero sin caer en la ingenuidad

no queda de otra