Había un lirio negro que finalmente falleció. Hice una muerte triste, porque era la flor de mi jardín la que más me gustaba. Hice todo lo posible para que ella, la flor, viviera feliz y me encantara la vida. Pero no siempre se consigue. No siempre ganamos. También en realidad, debería entender que este lirio dificilmente sobrevivió en mi jardín. Pero quedan los recuerdos, las sonrisas, las alegrías y también las tristezas. Pero como todo en la vida siempre hay un FIN.