El espejo en el río
La ilusión en el cielo
No sirven,
Ni de apoyo ni de consuelo,
A la cicatriz que llevo dentro.
Uno se acostumbra:
A la sombra distorsionada,
A bailar merengue con la nostalgia,
A fermentar conversaciones pasadas.
El ruido,
Se convirtió en memoria.
El silencio,
Murió junto al grito de la victoria.
Y en el oasis del espejo,
En esa imagen que parece reflejo,
En el filo de un recuerdo,
Tú eres ella,
Y yo soy aquel
Que no soy yo.