Quedaban cosas por contar
entre el ser, la montaña y el viajero
quedaban suspiros y ojos que miraban horizontes
reflejos y luces frias
la tierra mojada luego de la lluvia
el agua del rio
con el sonido de su cauce
la despedida de la noche.
Quedaban cosas en la vida
que debían ser contadas
quedaban etapas en libros vacíos
que debían escribirse
en puentes que arrastran silencios
en hojas verdes como ojos que miran la libertad
en pasiones, en amor
en nueva vida de una aventura que aun
se sigue escribiendo.