Carlos Justino Caballero

LUGARES QUE VUELVEN

Son lugares comunes que vuelven,

siempre vuelven... insistentes

y recrean esas semejanzas

a hechos sentidos.

 

Caracolea el tobiano

con su indómito brío, consentido

y el jinete amado fantasea

de domador altivo.

Se escurre una coral de negro

y rojo fuego, en el pastizal.

Un zorro colorado atisba astuto

y se oye el alarido de una chuña.

Sin ser talabartero

trenza cueros, el hombre,

dejando en ellos sus manos

y arraigadas y endémicas penas.

Enfrente, una casa blanca

con aspecto de capilla

y un ajetreo querido

que rompe el estival letargo.

Y se escucha de fondo un bullicio

de chapoteos y risas,

que pueden sobreponerse

al estrépito del río.

Y vuelven esos lugares,

vuelven sin que los llamen,

sin que uno los nombre, vuelven,

como si supiesen...

que los necesita el alma.

 

De mi libro “De alboradas y de ocasos”. 2005 ISBN 987-9415-21-3