Ramón Bonachí

¡;Oh mi Bien! Que reine la esperanza

¡Oh!, mi Bien, que reine la esperanza.

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Tú que me observas desde el cielo errante,

ayúdame a poner paz en el mundo,

a rescatar sonrisas de un profundo

abismo, oscuro, frío e inquietante.

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¡Oh!, mi Bien mi divino  acompañante, 

no me niegues la mano si me hundo

en un crisol de guerras nauseabundo;

prefiero ser un soplo refrescante

.

que pueda dar aliento al olvidado,

amor a quien jamás  lo ha recibido

o alegría al pesar y a la añoranza.

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Quiero dar un instante apasionado

a quien pueda sentirse confundido. 

¡Oh!, mi Bien y que reine la esperanza.

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