Escribir por Escribir LXV
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Que difícil resulta ser sincero,
tanta sinceridad suele hacer daño,
más vale la mentira y el engaño
a una voz que diga lo que no quiero.
¡Mil voces me crítican, yo me muero!
Me estalla el corazón, me da una angina,
parece que me echaran gasolina
al oír los consejos de esa gente.
¿Quién se cree tan limpio y tan decente
para soltar su lengua biperina?
Nunca he pedido a nadie ni un consejo,
no sé porqué se creen superiores,
si sus palabras supieran a flores,
si me enseñaran como enseña un viejo,
si quitaran mi manto hoy azulejo
y al fin aprendiera a no lastimarme,
a que debo saber como mimarme;
me sabría de miel su vil cicuta.
Es muy cierto que existe quien disfuta
sabiendo que su boca va azotarme.
Por ello hoy he aprendido a ser discreto,
a contar de mi vida casi nada,
a cuidarme yo solo en mi cañada,
a guardar para mí todo en secreto.
Es navidad y tengo un gran abeto,
me acompaña esta noche muy callado,
yo le cuento mi vida y he llorado
y jamás me ha soltado ni un reproche.
Hablo, hablo y hablo, es ya la medianoche...
encerrado en mi mismo me he asfixiado.
La soledad me mata ya lo vez...
y las lenguas biperinas también.
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Un beso y una flor
Alfredo Daniel Lopez
Diciembre de 2022
Barcelona-España