EL EXTRAÑO SILENCIO DE LA MUERTE
En los pies del tiempo
los sueños dialogan con la muerte.
Más la muerte duerme profunda
y no admite interrupciones ni preguntas.
Una jaula de plumas invisibles
rodeó el extraño silencio de la muerte.
Más ella, como un furioso dragón
devoró las montañas y los mares.
Algo de quejidos angelicales
o más bien el estruendo de Gomorra enloquecida
se hizo sentir aquella noche.
Hoy el tiempo transita con muletas
y los sueños encriptaron el olvido.
Nunca supe cómo brotó una pregunta
pero siento que ella me habita.
Es posible que el viento
vuelva a escribir sobre la roca
y la ley divina regrese de los sueños.
Todo es posible,
a pesar de que la muerte
no admita interrupciones ni preguntas.
E.D.A