Cuando dos silencios se encuentran
buscan a gritos llenar el vacío que deja la melancolía,
oquedad que parte el pecho por la mitad
y los corazones se abren a la tristeza
que recorre las almas ante este desgarro inmensurable.
Silencios que vagan por la nube de las sombras
tormentosas de apasionadas pasiones, silencios
que se vuelven solitarios como anacoretas
olvidados en sus cuevas celestiales,
cuando chocan los silencios se parten los corazones.