Entre el ocio y el sueño sepultado
Estabas tú.
Entre las nubes y el prado inmaculado
Estabas tú.
Su mirada, desde lejos
Me comía a besos.
Mientras las agujas cortaban el reloj
Los segundos se hacían sueños
Y entre ella y yo,
En el eje de un deseo inalcanzable,
Una chispa se encendió.
Aunque de mis ojos desapareció
mi delicia Canceriana,
Como estrella clandestina,
En un cielo brumoso se refugió.
Sin verla entre el sol y la luna,
Sé dónde se escondía.
Siento como las mariposas la guían,
A la melodía de mis latidos
traza mi alma plena.
Pues ya no estaba
Ya no era.
Solo está.
Solo aquí
Se encuentra.