Nos llega el fresco aire del prado,
Nos toca mientras te digo que te amo,
Mientras nos moja nuestros pies el río,
Mientras mi amor es tuyo, y tu amor es mío.
El viento mueve las volubles ramas,
Quieren apagar nuestro nuestro amor que nos envuelve en llamas,
Un idilio que es interminable y ardiente,
Nace de nuestras almas como si fuera de una fuente.
Entre juegos nos llega la alegría,
Mientras beso tu boca que sonreía,
Te lleno con amor y con caricias,
Te entrego mi alma, te pertenece, ya no es mía.
Las nubes de nuestro amor están deseosas,
Es tan bello y cálido como la primavera, mi niña hermosa,
Eres sublime y me llenas de tu paz dichosa,
Tu belleza te hace ser mi diosa.
El canto de las aves sobre nosotros sonaba,
Caminamos de la mano, en momentos nos detenemos, nos llena la calma,
Llenas el paisaje con tus encantos,
Dejas con tu belleza todo alrededor temblando.
“Vuelan, juegan y se posan sobre ti las mariposas, te llenan con sus colores y ellas se impregnan de tu aroma de rosa, te hacen ver tan tierna y hermosa, se llenan de tu inocencia, de tu alma amorosa.”