Quién dice
que todo lo demás no es un sueño,
que los golpes de la vida
son esa voz para despertar entre sollozos del tiempo.
La sonrisa… No quiero pensar que una sonrisa sincera
es un eco que se proyecta al olvido…
Qué es real y si existo, no lo sé,
no sé si tú eres real porque estás, pero no te siento,
y yo estoy cagado de miedo,
miedo de tocarte y descubrir la verdad
que barajamos entre otras muchas,
que todo es en vano…
Me aterra desprenderme de esta nube,
que el corazón deje de latir y empezar de cero.
Por eso hoy quiero crearte
como un óleo, inmóvil,
inmortalizarte entre las letras y apartarte,
dejarte sola como un grito en Saturno.
Serás el enigma a mis dudas
tan real como impronunciable,
mi escudo para mantenerme firme.
Te veré en el reclamo de los pájaros al viento,
en lagos delante del mar,
donde el alma alcanza,
tan cerca
permanece
y déjame seguir soñando…