El mundo está lleno de bajezas, perseguir una utopía viene siendo una esperanza fallida... El mundo está lleno de oportunidades perdidas, barreras y cárceles. Poco espacio y tiempo para observar grandes parajes y, ante la necesidad de crear y ante la necesidad de subsistir y persistir, y sobre todo de sobrevivir. Infiernos enteros se construyen para si mismos y para lo que nos rodea. Seguimos jugando la ruleta rusa del desinterés, donde solo importa el bienestar propio y hacemos caso omiso al bienestar ajeno. Perseguimos ese amor propio que nos vende la nueva psicología. Y ante la variable y la rubrica repetitiva de repetir lo que nos dicen nos vemos obligados(a) por gracia y magia a imitar un sin sentido, \"el sin sentido moderno\", que nos atribuye a ocupar lo más que podamos y a consumir lo más que aguantemos y a aparentar todo lo que nunca seremos. Seguimos en línea recta lo que dulcemente nos cantan.
Es cierto, un gran avance ha surgido ¡hemos logrado la independencia! Ahora ya no somos esclavizados por otros, ahora somos esclavos de si mismos.
Y... En un mundo lleno de escasez de pensamiento, principios y complot. Me veo enfrentada a hacerme una única cuestión ¿qué hay de bueno sobre la faz de la tierra?
La respuesta es evidente, una absoluta y concluyente nada.
Sin embargo, esta aún esa palabra, esperanza, de no seguir la línea recta y empezar a ser todo lo que se ha dejado de existir en mi orbita. Y... A escasas opciones esa es la respuesta más importante para subsistir y sobrevivir a aquellos que esperan que hagamos de nosotros lo que los otros hicieron con ellos.
Para no ser a futuro lo que dulcemente mienten a las generaciones venideras.
En estos tiempos la única revolución es ser uno mismo.