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Estuve sentado bajo un árbol
En frente de tu facultad
Quería verte, pero sin aviso; el paisaje cambió
Como un barco a la deriva
Me moví entre el sueño y la vigilia
Esperé hasta que anocheció
La oscuridad trajo cientos de fantasmas
Y la mortecina luz de la calle, espectral como cadáver de luciérnaga
Me cubrió con su maldita fatalidad
Caminé cabizbajo a casa
Doblando las esquinas con desgano
Torturando mi mente con pensamientos…
Y deseando entender porque no me quieres ver
Todo se aclararía con solo llamar
Pero no quiero saber la respuesta
II
Los kilómetros recorridos
Por la sinuosa carretera que conecta mi hogar con la fantasía
El bosque a los costados
Al frente la luna que observa como Ella duerme a mi lado
Mi grueso abrigo la cobija
La calefacción del auto me protege del frío
Y en el silencio de la noche hablo con la luna
Le pregunto sobre Ella…
Si sueña conmigo, si vivo en sus pensamientos
¿Algún día seré capaz de entender lo que siente?
Pero la luna no me responde
Ni lo hacen los ojos indescifrables que reflejan las luces en el camino
¿De verdad quiero conocer la respuesta?
III
La luz que todo lo cambia
El secreto que todo lo encierra
La vida que solo se vive una vez
La intensa mirada del sueño que nunca se cumplió
El aroma del perfume que nadie compró
El aliento que emana de esa boca
Que alguien labró en la estatua del museo
La respuesta que nunca obtuve
En la intensa oscuridad de la noche