Dentro de poco tiempo dejarás de escribirme,
la inexorable fuerza del olvido y el tiempo
hará mella en mi frente, sin ánimo mas firme…
Será probablemente la actitud conveniente
a un caos de vida y suerte, errabundo, impotente…
Seremos, como el aire, caminantes sin rumbo,
pacientes, meditantes, atentos a las gentes…
Me tendrás, pese a todo, junto a ti, diligente,
mas lejano en el tiempo, el espacio y la mente…
Y volverán las aves, y las flores silvestres,
y absorto por las calles caminaré sin nadie…
y como siempre pasa tras el fin de los males
el sitio de las cosas volverá a su presente…