Me vuelvo intensa cuando rozas con tus besos
mis pensamientos,
mi alma se crece y toco el mismo universo
asida a tus crines;
es un agasajo ese devaneo que despiertas en mi
en tus intentos.
Y te espero… como cada día… como cada noche…
Trastocando mi mente;
me atraviesas como una espada, mientras mi llanto
se duerme en tus entrañas…
y me bebo el océano de tus lágrimas que anegan
mi corazón inerte.
Redivivir es mi signo cuando te paseas soberbio
por mi campiña;
eres luz y oscuridad que hurta mis sacros silencios
revistiendo la opacidad;
mi renacer es tu canto vaciado en mi abandono
que romantiza mis espacios…