Desde el Abismo.-

El el borde del abismo me vi mirando al perderte.

Pude volar por lo más alto y caer, pero me detuve.

La verdad, podía caminar hasta ti, quería atraerte.

Pero, pudo más el orgullo y esperando por ti estuve.

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Nada me detiene hoy, sé que este camino es largo.

Ando, por lo alto, paseando mis alas, quiero probarlas.

Deseo volar por las nubes, por los montes, sin embargo,

ahora, todo y nada, me detiene cuando decido usarlas.

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Pero tú ni siquiera has pensado en mi, vida mía...

A lo mejor has creído que, estoy loca de amor.

De ello, todo es posible, ya que por ti, mi alma ardía.

Era tu larga ausencia o el perderte, mi gran temor.

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Era una angustia infinita la que mi alma, por ti sentía.

Nada ajeno me calmaba y me recordaba en tu regazo.

Me gustaba que me acunaras cuando yo me dormía.

Es cierto, si despertaba, quería contar con tu abrazo.

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Hoy, ya tú no estás a mi lado y hay dolor, pero no muero.

Nada hay que pueda hacer, para traerte de vuelta.

Tu marcha es definitiva y ese poder te confiero...

No te concedo razón y de pecado quedo absuelta.

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¡Si tu amor, lo más querido, decidió decir adiós.

Ya no hay nada que hacer, solo pedirle a Dios!